FONTANEROS
URGENTES
IRÚN
24 HORAS

En la actualidad existen cada vez más profesionales que se dedican a la prestación de servicios, y ello va a seguir así en tanto en cuanto el volumen de población aumenta y por tanto se crea una mayor demanda potencial y real de dichos servicios. Algunos de ellos, como los que veremos hoy, llevan años entre nosotros y no hay aparentemente más que una senda alcista en el futuro ya que la fontanería es algo que llegó para quedarse.

Los fontaneros son profesionales que podemos encontrar en la práctica totalidad del ámbito geográfico de los países desarrollados, y es que en todo lugar donde existan instalaciones de tuberías por las cuales circulen liquidos como agua, etc., serán necesarios este tipo de profesionales capaces de realizar servicios relacionados con su instalación y reparación.

Fontaneros en Irún, resolviendo necesidades básicas

Fontanero arreglando avería en tubería en Irún

Para muchas personas cuando hablámos de necesidades básicas a cubrir lo primero que les viene a la cabeza es realmente acciones vitales como la alimentación, seguridad, etc., no obstante hay que tener presente que existen algunos servicios que son anexos a todo ello y que requieren por tanto de un cuidado especial para evitar problemas de mayor índole a nivel personal. Un ejemplo como ya avanzábamos es el de los servicios de fontanería, los cuales intervienen en acciones tan cotidianas como la utilización de sistemas de WC, bañeras y duchas, pero también acceso al agua en nuestro hogar, negocio, etc., a través de todos los sistemas de grifería y sus cañerías. Por tanto problemas en sistemas de fontanería implican problemas en el suministro de agua, algo que implica a todas luces y en todos los ámbitos, inconvenientes que pueden suponer molestias importantes para nuestro estilo de vida y nuestros hábitos cotidiandos, que ahora sí, están involucrados con lo que entendemos por necesidades básicas.

¿Qué servicios ofrece un fontanero profesional?

Al igual que el resto de profesionales que ofrecen servicios, el abanico de opciones no suele limitarse a una única acción, sino que se desarrollan diferentes servicios relacionados en este caso con su producto central o sobre el que mayor especialización tiene, que es la tubería. En base a este producto, la tubería, se suelen ofrecer servicios como:

• Instalación de tuberías: este es sin duda uno de los servicios que mayor rentabilidad ofrece a estos profesionales, y es que suele darse en contextos de obra nueva y en reformas completas, donde si bien la carga de trabajo es muy elevada, también lo son los honorarios y por tanto el interés por llevarlo a cabo. Además, la instalación, si bien requiere de determiandos aspectos que pueden hacer más compleja su instalación (como el espacio disponible para el tubo, las tomas de salida, las bajantes, etc.), no dejan de ser un servicio donde no hay que enfrentarse a roturas o reparaciones de gran dificultad como veremos en el siguiente punto.

Las instalaciones de cañerías suelen implicar un mayor nivel de personalización del servicio por parte del cliente, ya sea profesional o particular, tal como materiales utilizados, grosor, incluso colores.

• Reparación de tuberías o sistemas de fontanería: uno de los servicios más demandados por particulares y empresas, y es que si bien las instalaciones suponen un gran volumen de trabajo por cada pedido o contratación, en cuanto a número total de contrataciones, ganan las reparaciones por goleada.

Las reparaciones en el ámbito de la fontanería suelen tener diferentes niveles de “gravedad” siendo los casos más simples, aquellos que incluso un particular con conocimientos bajos o mínimos sobre el funcionamiento de las cañerías y su mantenimiento, podría resolver. Ejemplos de estos servicios igualmente llevados a cabo por los profesionales, sería el desatascado de tuberías en las cuales se ha generado una obstrucción, ya sea por acumulación progresiva de residuos o por la bajada por dicho canal o tubería de un elemento de dimensiones excesivamente grandes. En ambos casos el resultado es el mismo, los líquidos que han de circular por las cañerías, no pueden hacerlo o cuanto menos, no de la forma habitual y con la fluidez necesaria para evitar que si la salida de líquidos es constante, no acabe causando una “inundación” a mayor o menor nivel.

No obstante, en los dos casos indicados anteriormente, las formas de actuar son muy distintas entre ellas, y es que mientras en el primer caso hablamos de una obstrucción que se puede resolver mediante la utilización de líquidos desatascadores que podremos encontrar tanto en tiendas especializadas, ferreterías e incluso en grandes superficies (comúnmente en este último tipo de establecimiento suelen ser de menor calidad o profesionalidad), también se pueden trabajar mediante el uso de los conocidos desatascadores manuales, un elemento que posiblemente  todos hayamos utilizado en alguna ocasión y que es adecuado únicamente para los casos más leves de atasco de tuberías, dada su limitada capacidad para resolver estos casos.

Averías en cocinas

Las reparaciones que requieren de un tratamiento más profundo o que afectan a cañerías principales como bajantes, a determinadas zonas del baño, cañerías situadas tras las paredes, etc., suelen precisar de la intervención de un profesional cualificado que dispondrá no sólo del conocimiento necesario, sino también del equipamiento preciso para resolver atascos más complejos. En este aspecto y únicamente como ejemplo, la necesidad de cámaras como las utilizadas por estos técnicos, las cuales son de pequeñas dimensiones, con conexión inalámbrica, con longitud del cable de varios metros para casos de bajantes generales, etc., son sólo un ejemplo de la necesidad de contar con alguien con el equipamiento precios para resolver cualquier tipo de situación.

• Formación por parte de un profesional y es que en ocasiones no es que tengamos una necesidad inminente de resolver un atasco o de instalar una cañería en un lugar de nuestro hogar o de nuestra oficina, sino que estamos planteando realizar a medio o incluso largo plazo un proyecto donde la selección del sistema de cañerías queremos llevarlo a cabo de forma profesional. Con ello nos referimos a elegir los mejores materiales en base al contexto y presupuesto existente, saber que variantes podemos elegir con el fin de reducir coste o aumentar en capacidad de gestión de fluidos, entre otros posibles temas a tratar. En estos casos lo mejor suele ser contar con la ayuda de una persona con el conocimiento suficiente sobre el tema para hablar con conocimiento de causa, y en este punto es cuando puede entrar como formador o “recomendador” un fontanero.

En ocasiones plantearse un proyecto en el cual intervienen diferentes productos y componentes de índole industrial o de materiales de construcción, puede llevar a la idea de subcontratar a profesionales para encargarse de todo el proyecto, no obstante, cuando somos personas con inquietudes respecto a esos proyectos o simplemente nos gusta dar nuestro toque a aquello en lo que queremos trabajar, puede ser necesario intervenir de un modo que la subcontratación no permite. En estos casos es cuando elegir a un proveedor de servicios como consejero dado su conocimiento en la materia, cobra mucho más sentido, ya que no estaremos siendo únicamente clientes que dicen el resultado final que desean, sino que buscan entender que ocurre y por qué tras cada decisión en la elección de un componente.

¿Qué tipo de servicios de reparación ofrece un fontanero?

Volviendo a los servicios más comunes y que con mayor probabilidad vamos a acabar contratando en alguna ocasión, las reparaciones de cañerías dañadas o a taponadas, indicar que podemos encontrar dos tipologías de servicio que cumplen con diferentes grados de necesidad por parte del cliente, veamos cuales son:

En primer lugar encontramos los servicios de repación de cañerías comunes. En este grupo se engloban todos aquellos servicios que no conllevan un excesivo grado de complejidad en su ejecución, pero sobretodo que no implican la necesidad expresa por parte del cliente, de ser resueltas en un determinado plazo de tiempo, comúnmente medido en horas e inferior al día natural.

Con ello nos referimos por tanto al común de los servicios contratados por particulares y no tanto por empresas, y es que en estos casos el cliente suele esperar un tiempo que variará según la carga de trabajo del proveedor, en este caso el fontanero. Este tipo de servicios de reparación sin urgencia, suelen responder a problemas menores, como obstrucciones parciales de cañerías, necesidad de cambiar determinadas partes de la instalación de cañerías por un mal estado pero sin que den excesivos problemas en su día a día.

Servicios de fontanería urgentes, cuando no hay tiempo que perder

Por otro lado encontramos los servicios de fontanería que precisan de una reacción rápida por parte del profesional, ya que el cliente no puede sostener la situación actual debido a los problemas o inconvenientes que la situación de sus cañerías está suponiendo. A modo de ejemplo podemos imaginar una compañía industrial donde en sus instalaciones cuenta con numerosa maquinaria. En estos casos, el tener una rotura de una cañería la cual haga que el agua que circula por ella llegue hasta dichas máquinas, puede suponer un enorme problema, mucho más allá de una potencial pérdida económica o de productividad dado al parado de la maquinaria, puede supone un problema de seguridad para todos los trabajadores que se encuentran manipulando dichas máquinas o simplemente cerca de las mismas. Es por ello que un gran número de fontaneros, si bien no todos, ofrecen servicios de respuesta rápida o urgentes. Estos servicios se caracterizan por realizar funciones semejantes a las de cualquier servicio común, pero con un plazo de realización muy inferior, ya que no requiere esperas en base a la carga de trabajo del profesional en cuestión, sino que tras recibir la llamada para la contratación, el servicio suele iniciarse apenas unas horas o incluso minutos más tarde, ya que dicho servicio pasa a ser preferencia absoluta para el profesional.

Los servicios de urgencia como es comprensible, comportan un coste extra para el cliente si lo comparamos con un servicio común, por mucho que en ambos casos el resultado sea cambiar una parte de una tubería y confirmar que el problema está resuelto. Los servicios de urgencia cuentan con un extra que puede diferenciarse como extra por servicio de urgencia, siendo en este caso un extra único que puede ser a modo de ejemplo 100€ extra en la factura por la rápida respuesta, però también puede suponer un incremento en % en cada uno de los sub componentes de una factura, como podría ser un extra en el transporte, un extra por el servicio e incluso por los materiales, en caso que todos estos % fuesen iguales, hablaríamos del mismo extra que el anterior, cuando los % varían entre ellos, es cuando hablamos de una forma distinta de cálculo.

Hay que comprender que para el profesional, el aceptar un servicio de urgencia implica en el mejor de los casos acudir directamente a realizar el servicio, no obstante en otros casos puede significar dejar otros clientes sin finalizar sus servicios o incluso tener que salir de noche de sus casas cuando ya han terminado la jornada e incluso pueden estar durmiendo. Por todo ello y no sólo en el caso de los fontaneros, sino en cualquier otra profesión que ofrezca este tipo de servicios (informáticos, carpinteros, lampistas, etc.), el sobre coste está prácticamente garantizado, pero a su vez justificado.

Resumiendo la figura de los fontaneros

Como hemos podido ver a lo largo de este artículo, los fontaneros son  profesionales con unos conocimientos muy extensos sobre una serie de productos muy concretos, lo cual los hace tener una menor capacidad de ofrecer servicios añadidos pero a su vez también que pocas personas puedan realizar su trabajo al ser tan específico.

Ante cualquier problema en nuestra cañerías lo más importante es hacer un diagnóstico rápido de la situación sobre todo para valorar en primer lugar si se trata de una situación que puede aportar riesgo para quienes se encuentran allí y en segundo nivel, valorar si podríamos o no resolverlo nosotros mismos, en casos de problemas de sencilla solución o poco alcance, en el resto de casos lo mejor será siempre acudir a un profesional.